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¿Qué ofrece cada una?
4 de junio de 2015
Economía social - Economía del bien común: Una simbiosis perfecta
Ante el actual contexto socioeconómico las demandas de la población por mejorar las condiciones han puesto en primer plano a todas aquellas propuestas económicas alternativas a la economía capitalista. Entre todas las existentes se hayan dos que han conseguido tener un gran apoyo popular: La Economía Social y La Economía de Bien Común.
En los últimos años estamos asistiendo a unos cambios continuos dentro de la sociedad demandando una sociedad más justa, y sobre todo desde que nos viéramos “sorprendidos” por la crisis económica actual (provocada por una grave crisis financiera) nacida en el año 2008.
Desde ese fatídico año, nos hemos visto sometidos sobre todo por la pérdida incontrolada de los puestos laborales, lo que originó grandes tasas de desigualdad llegando en muchos casos a situaciones de pobreza dentro de los “países desarrollados” en pleno siglo XXI.
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Ante esta situación, las nuevas demandas de la población por mejorar las condiciones han puesto en primer plano a todas aquellas propuestas económicas alternativas a la economía capitalista. Entre todas las existentes, y que suponen un soplo de aire fresco, existen dos que por peso económico han conseguido tener un gran apoyo popular: La Economía Social, y La Economía de Bien Común.
Actualmente la importancia de ambas corrientes económicas viene contrastado por el apoyo social, privado, y público a lo largo del mundo. En el caso de la Economía Social (ES), tiene su nacimiento en la figura del “padre del cooperativismo” Robert Owen con la creación de las primeras cooperativas en la primera mitad del siglo XIX. Casi 200 años después, el peso por ejemplo dentro del conjunto de la economía del estado español es muy significativo con más de 44.000 empresas, que generan alrededor de 2,5 millones de empleos.
La Economía del Bien Común (EBC) por su parte, va creciendo de forma constante desde el nacimiento de su concepto en 2010 con la publicación del libro con el mismo nombre escrito (La Economía del Bien Común) por Christian Felber. Actualmente este movimiento tiene grandes adeptos a lo largo del globo con más de 1.600 empresas, más de 5.700 particulares, y alrededor de 215 organizaciones implantando sus principios y metodologías.
¿Cuáles son los principios socioeconómicos de la Economía Social y de la Economía del Bien Común?
ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN (EBC) | ECONOMÍA SOCIAL (ES) |
•Valores que hacen florecer nuestras relaciones interhumanas: confianza, cooperación, aprecio, co-determinación, solidaridad, y acción de compartir. | • Primacía de la persona y del objeto social sobre el capital |
•El significado del éxito empresarial cambia de beneficio financiero a contribución al bien común. Principios de cooperación y solidaridad. | • Adhesión voluntaria y abierta |
•Proceso participativo desde abajo y luego pasado a una asamblea democráticamente elegida y y anclada en la constitución a través de referéndum. | • Control democrático por sus miembros (excepto para las fundaciones, que no tienen socios) |
•Un nuevo balance principal mide el bien común: el balance del bien común. Este balance mide rendimientos sociales, ecológicos, democráticos y de justicia distributiva, cuyo conjunto constituye el nuevo sentido de “éxito empresarial”.(sobre 1000 ptos.) | • Conjunción de los intereses de los miembros usuarios y del interés general |
•Las empresas con los mejores balances disfrutan de incentivos y ventajas legales que les permiten cubrir sus costes mayores y ofrecer los productos éticos a precios inferiores que los no éticos(tasas de impuestos reducidas, créditos con interés reducido, prioridad en la compra púbica y programas de investigación, …) | • Defensa y aplicación de los principios de solidaridad y responsabilidad |
• El balance financiero será el balance secundario. El beneficio financiero, antes el fin de la actividad empresarial, se convierte ahora en un medio del nuevo fin: el bien común. | • Autonomía de gestión e independencia respecto de los poderes públicos |
• Como el beneficio financiero ya no es un fin en sí mismo, las empresas recuperan la libertad de aspirar a su tamaño óptimo. Todas las empresas serán redimidas de la coerción estructural de tener que crecer y devorarse mutuamente. | • Destino de la mayoría de los excedentes a la consecución de objetivos a favor del desarrollo sostenible, del interés de los servicios a los miembros y del interés general. |
Al observar la tabla anterior sobre los principios socioeconómicos de los dos modelos, se muestra de forma evidente la idea de dar prioridad a las personas y al fin social sobre el financiero. Es evidente que los principios de ambos modelos buscan cambiar la importancia del objetivo financiero a un segundo plano.
Si los dos modelos socioeconómicos nos ofrecen cosas similares…
¿Cuál es mejor de los dos?¿Cuál debemos de aplicar?
La cuestión no es cuál es mejor de la dos, sino que nos ofrecen los dos modelos para poder conseguir conseguir nuestros objetivos de una forma social y responsable.
Ambos modelos son complementarios, y cuando digo esto es por varias razones:
1) La Economía Social es un modelo reconocido legalmente en el conjunto de la Unión Europea, y si nos centramos en el territorio del estado español más concretamente, tenemos una ley aprobada en el año 2011 (Ley 5/2011, de 29 de Marzo, de Economía Social a nivel estatal) que supuso la primera ley sobre Economía Social aprobada por un país europeo. Esta legislación además de dar visibilidad a este nuevo sector económico, ayudo a configurar distintos tipos de empresas dentro de la Economía Social.
- Fuente: Las grandes cifras de la Economía Social en España (2008)
Esto supone que esta “ley económio-social” es un pilar importante a la hora de crear una empresa social, porque nos da la posibilidad de elegir distintos tipos de organización en función de la “búsqueda de lucro” donde tendríamos productores de mercado( cooperativas, sociedades laborales, mutuas,etc), y productores de no mercado (asociaciones, fundaciones, y otras instituciones de acción social o al servicio de los hogares). Es decir, nos da un espacio jurídico reconocido para poder constituir una organización social.
2) Por su parte la Economía del Bien Común, aporta un toque innovador con la incorporación de una nueva herramienta conocida como el Balance del Bien Común (sobre 1000 puntos) muy necesario para diferenciar no sólo aquellas organizaciones que son sociales por nacimientos, sino que también lo son en el proceso y en sus fines.
- Fuente: La Economía del Bien Común (2010)
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